- ¿CÓMO AFECTA EL CAMBIO CLIMÁTICO A LOS DERECHOS HUMANOS?
El cambio climático está estrechamente relacionado con los
derechos humanos porque afecta no sólo al medioambiente sino también a nuestro
bienestar. Sus efectos continuarán extendiéndose y agravándose con el tiempo,
causando la ruina de generaciones actuales y futuras. Estos son los motivos por
los que la falta de medidas de los gobiernos para abordar la crisis climática,
pese a las acuciantes pruebas científicas, podría ser la mayor violación de
derechos humanos intergeneracional de la Historia.
El cambio climático y el derecho a la vida
Todas las personas tenemos derecho a la vida y a vivir en
libertad y en condiciones de seguridad. Pero el cambio climático representa una
amenaza para la vida y la seguridad de miles de millones de personas en el
planeta. Las manifestaciones más evidentes son los fenómenos meteorológicos
extremos, como las tormentas, las inundaciones y los incendios forestales. No
obstante, hay muchas otras formas menos visibles en que el cambio climático
pone en peligro la vida. La Organización Mundial de la Salud (OMS) prevé que el
cambio climático causará 250.000
muertes al año entre 2030 y 2050.
El cambio climático y el derecho a la salud
Todas las personas tenemos derecho al disfrute del más alto
nivel posible de salud física y mental. De acuerdo con el IPCC, entre los
principales efectos del cambio climático en la salud figurarán: mayor riesgo de
lesiones, enfermedades y muertes por golpes de calor e incendios más intensos;
mayor riesgo de desnutrición debido a la disminución de la producción de
alimentos en las regiones pobres, y mayor riesgo de contraer enfermedades
transmitidas por los alimentos y el agua o por vectores. Las personas —sobre
todo si son menores— expuestas a episodios traumáticos como las catástrofes
naturales, agravadas por el cambio climático, pueden sufrir trastorno de estrés
postraumático.
El cambio climático y el derecho a la vivienda
Toda persona tiene derecho a un nivel de vida adecuado para
sí misma y para su familia, lo que incluye alojamiento adecuado. Sin embargo,
fenómenos meteorológicos extremos asociados al cambio climático, como
inundaciones e incendios forestales, ya están destruyendo viviendas y obligando
a sus residentes a desplazarse. Las sequías también pueden producir cambios
adversos en el medioambiente, mientras que la elevación del nivel del mar
amenaza los hogares de los millones de personas de todo el mundo que viven en
tierras bajas.
El cambio climático y los derechos al agua y el saneamiento
Toda persona tiene derecho a agua potable y a un saneamiento
que garantice el mantenimiento de la salud. Pero una combinación de factores,
como la fusión de la nieve y el hielo, la reducción de la pluviosidad, el
aumento de las temperaturas y la elevación del nivel del mar, muestra que el
cambio climático afecta a la calidad y cantidad de los recursos hídricos. Ya
hay 785 millones de personas que no tienen acceso a una fuente de
abastecimiento de agua ni a un saneamiento medianamente seguro. El cambio
climático empeorará esta situación.
¿Qué causa el cambio climático?
- Quema de combustibles fósiles
- Agricultura y deforestación
- Cambio en los usos del suelo
El planeta siempre ha experimentado fluctuaciones
significativas de sus temperaturas medias. Sin embargo, el calentamiento actual
se está produciendo más deprisa que nunca. La actividad humana ha ido
incrementando la concentración de gases de efecto invernadero en la atmósfera.
Como consecuencia, la temperatura media de nuestro planeta está aumentando a un
ritmo demasiado rápido para que los seres vivos puedan adaptarse a ella.
La quema de combustibles fósiles como el carbón, el petróleo
y el gas está en el origen de la mayoría de las emisiones de casi todos los
sectores económicos. Representa más del 70% de las emisiones mundiales de gases
de efecto invernadero.
El Grupo Intergubernamental de Expertos sobre el Cambio
Climático (IPCC) calcula que casi una cuarta parte del total de las emisiones
de gases de efecto invernadero provienen de la agricultura y la actividad
forestal (23%), lo que convierte a este sector en la segunda fuente principal
de emisiones después del sector energético. Alrededor del 40% de estas
emisiones provienen del proceso digestivo natural de los animales rumiantes,
como vacas, ovejas y cabras. Los usos de la tierra y los cambios que estos
ocasionan, como la deforestación, la degradación de los bosques y los incendios
forestales, también son una fuente importante de emisiones. Tales actividades
—como la transformación de zonas forestales en pastos para la ganadería
comercial, la producción de cultivos forrajeros como la soja y las plantaciones
de aceite de palma— suelen estar estrechamente vinculadas a sistemas
alimentarios agroindustriales.